Creer en
las palabras de alguien a quien quieres y aprecias es una verdadera bendición. Lástima
que en este caso sus acciones demuestren justo lo contrario de lo que dice.
Confiar, creer, estimar son armas se doble filo sino van acompañadas de hechos,
de acciones, y todo ello puede desencadenar desconfianza, desengaño,
decepción.
Me siento estúpido. Estoy dolido y
decepcionado. Pero en absoluto enfadado contigo. Enfadado en todo caso lo estoy
conmigo mismo. Porque me siento idiota de volver a caer en lo mismo de siempre,
en confiar en ti, en creer en tus palabras, en creer lo que me dices. Creo a
pies juntillas todo cuando me dices tus prioridades pero en realidad me
demuestras otras.
Para tu cumpleaños, me moría de ganas de ir a
tu cena con todos tus amigos, pero no podía, trabajaba. Pero la verdad es que después
de 6 horas currando en la disco, con un dolor de pies que me moría, a las 12 de
la noche no me importaba ir a donde fuera falta para compartir un rato de
felicidad contigo, te llamé, pero a esa hora ya os recogíais y no tenía ningún
sentido ir a ningún sitio.
El día de tu cumpleaños me encantó coger el
tren y plantarme en tu pueblo para celebrar tu cumpleaños, no lleve regalos, ya
que teníamos el plan del viernes para celebrarlo a lo grande, pero fui
corriendo a buscar un pastelito y unas velas para ti, para que las bufaras el día
de tu cumpleaños.
El viernes, el del gimnasio, al que no fuiste,
por follar... que te voy a contar que no sepas de ese día, pero por ti, por
nuestra amistad decidí que era lo más importante, y aunque me sentí como una
mierda y me llegó senda reprimenda de mi psicóloga, lo hice lo mejor que supe.
Porque te considero un gran amigo y porque si, porque yo siempre tengo ganas y
estoy dispuesto a compartir mí tiempo contigo, tú para mi SI eres una prioridad.
Pero pasó un mes, llegó el mío, y que me
encuentro, vienes a mi trabajo a buscarme, cosa que me hizo tremenda ilusión,
pero no vienes solo, ya que bajas a Barcelona aprovechas para antes y después de
verme estar con un chico con el que quieres follar, pero que al final por mi
cancelas, muy de agradecer, claro que era el día de estar con mi mami, pero al
igual que tu, para mí era más importante compartir ese tiempo contigo. Al cancelar
“tu cita” quisiste quedar como un señor y acompañamos al chico a su casa, de
ahí a casa de mi madre, con la que compartiste un buen rato, la cosa fue
entrañable, pero todo ello se nos comió el tiempo de disfrutar juntos y celebrar
lo que los dos queríamos... Así que en la cena del Mc Donals TÚ decidiste
buscar un día para celebrarlo de verdad, y yo decidí volver a creerte, lástima
que ese día nunca llegará.
Te invite
a venir ese mismo viernes con una pareja de amigos míos con los que creo que te
llevas bien, pero dijiste que no podías porque habías quedado con el chico que
no habías quedado para follar en ese día y el plan era hacerlo el viernes… Me
hubiera encantado que vinieras, pero me diste tus motivos y aunque me
desilusione lo entendí.
Poco después
llamó tu amiga, con la que habías cenado un día anterior para decirte que era
positiva, y te dije lo de llamar al médico para saber que hacer… llegue a casa
me cambie y espere pacientemente a que salieras de Sants para que me dijeras
algo, pero no fue así, los minutos pasaron y no me decías nada. Me metí en la
cama abrí el whats y espere a que me dijeras algo… pero no lo hacías, solo hacías
que estar en línea y hablar con otra gente que no era yo, que mas daba si yo
estaba preocupado, sin saber qué hacer, confiaba en ti, pero no decías nada. Más
de 20 min esperando a que dijeras algo, hasta que te escribí. Y cuando hablamos
me mientes, diciendo que estabas en el coche cuando yo veía que estabas
conectado y escribiendo, me dices que habías desconectado esa opción de whats,
pero es evidente que no sabes cómo va… me reconociste que habías estado
chateando con el chico que al final no habías quedado, he ahí cuando marcas que
es lo importante en tu vida, tu amigo o el chico que le has dado plantón. Lo
pase por alto pq lo importante era nuestra salud y la de las personas con las
que convivimos y apreciamos. Una más.
Llegó la noche
de ese viernes, llamas y me comentas como ha ido la noche, no solo se te torció
el plan con el chico, sino que en vez de venirte y poder celebrarlo con
nosotros decides buscarte plan alternativo, un contable para sexo cerca del
trabajo, tu no viste mi cara mientras me lo contabas pero debió ser un cromo,
porque cuando colgué y les explique porque no venias nuestro amigo y su novio
fliparon, y mejor me callo su opinión de tu actuación.
Llega el sábado
y ¡sorpresa! te vas a Lleida, a que, pues a ver a un follamigo... y ahí ya no
pude mas, mis energías agotaron, como podía esperar que aquel que dice que soy
su mejor amigo tuviera bastante con la tarde del viernes, no se fue a Lleida...
no voy a repetir él porque...
Espere
toda la semana a ver si me decías de ir a celebrar algo, de a ver si podía
soplar las velas en la compañía que mas agradecía, pero no, no paso. Llegó el
fin de semana, un finde complicado, lo reconozco, aunque he de reconocer que vi
a varios amigos, así que quien quiere verte siempre busca un hueco... la manera,
seguía creyendo en ti, bueno por desgracia para mi, sigo creyendo en ti.
Ahora estas de vacaciones, y como tu bien me
has reconocido has decido compartir tu tiempo con un follamigo, y disfrutar de
estos días, del mismo que te fuiste a Lleida a ver... supongo que por el no hay
kilómetros, ¿porque como los va a ver lo que realmente quieres y necesitas?...
para el no hay quejas... Y yo aquí, esperando que aquel que se llena la boca
diciendo que me quiere y que soy su mejor amigo no ha encontrado el momento de
celebrar mi cumpleaños... ahora de conocer tíos y de tirárselos... para eso le
sobra el tiempo.
Y yo con
tu regalo de navidad aquí a mi lado... que gilipollas me siento y que idiota
soy.
Y sé que estas palabras salen de mi rencor, de
mi dolor. Pero es un deshago que ahora mismo necesito. Lo siento si con todas
estas líneas te hago daño. Pero me siento muy muy mal, muy dolido, me duele ver
como actúas, y que yo, tonto de mi, siga creyendo y confiando en ti. Supongo
que actúas así porque lo necesitas, e intento comprenderlo… pero aún así me
duele, me duele en el alma. Te quiero y lo siento, ojala no fuera así, y no creyera
tanto en ti.