Conflictos interiores - Personales
Personalmente he tenido varios conflictos interiores, bueno realmente podría decir muchísimos, pero no creo que contarlos ahora sea el caso.
Hablando en primera persona puedo decir que lo que verdad me ha preocupado han sido mis grandes conflictos, los que me han marcado más y me han dejado más huella. Y estos los podrían reducir en tres, el primero en el campo de la aceptación, segundo en el campo de las creencias (fe), y por último en el campo amoroso.
Mi primer gran conflicto personal surgió al intentar aceptar mi sexualidad. He sido educado de forma que la homosexualidad es algo malo, degenerativo, incluso considerado una enfermad o de personas obscenas. Por lo contrario, mi cuerpo, mis sentimientos han tirado siempre hacia esa vertiente de la sexualidad, nunca me he sentido atraído por una chica, en cambio sí por un chico, y esto me llevo a una confusión y a una represión brutal, algo que me costó mucho superar y aceptar.
¿Cómo podía gustarme un hombre si siempre me habían dicho que eso no era lo correcto? No lo sabía y no tenía la respuesta y eso generó dentro de mí un conflicto que progresivamente fue afectando a otros ámbitos de mi vida. Relación con los amigos, confianza, planteamientos que van haciendo una pelota más grande y que hasta cierto punto te genera un conflicto interior que no sabes como solucionar.
Mientras me encontraba en esta situación podríamos sumar el segundo gran conflicto, el de mis creencias, aunque sinceramente mientras estoy escribiendo esto me estoy planteando si no es uno consecuencia del otro, sea como sea, al empezar a aceptar mi sexualidad esto chocó frontalmente con mis creencias religiosas. El cristianismo no acepta la homosexualidad, dice que los homosexuales cristianos han de vivir con esa cruz toda su vida, sin poder así llegar a ser felices. Pero yo vivo para llegar a ser Feliz, así que llegó el punto en el que por más que yo quisiera a mi religión renuncié a ella (aunque seamos realistas, si estoy aquí es porque todavía dentro de mí quedan resquicios de lo q una vez hubo).
En aquella época todo esto me llevo a unos extremos en los cuales me obligué a tomar una serie de decisiones de las cuales hoy no estoy nada orgulloso, no me arrepiento de lo que hice ya que cuando lo hice creía que era la opción más correcta, pero ahora sé que me equivoqué. A lo que me refiero es que mientras me planteaba el conflicto de mi sexualidad intenté buscar una chica y “liarme” a toda costa y así cumplir las “normas” de mis enseñanzas y creencias, pero el resultado de estas acciones resultó algo imposible y destructivo, y el miedo a la inaceptación e incluso al rechazo me llevó incluso a “jugar” con mi vida.
Esta situación límite me llevo a reaccionar y a empezar a plantearme que la opción B que siempre me habían enseñado no era la buena y que tenía que aprender a tomar la opción A es decir que no siempre tenemos que seguir la corriente.
Después de eso acepté mi sexualidad, aunque no voy a negar que aún hoy en día me quedan restos del conflicto, las creencias pueden llegar a ser muy fuertes y más los sentimientos hacia una madre.
Por otro lado una vez aceptada mi sexualidad tuve mi gran conflicto en tema amoroso. Llegar a querer a una persona de mi mismo sexo me ha llevado muchas veces a “enamorarme” de chicos que, por desgracia, han sido heteros y en la mayoría de casos amigos, lo cual me ha planteado el dilema de si ser sincero o no, ya que sabes de antemano que no vas a conseguir nada con ellos, pero al mismo tiempo estás reprimiendo algo que sientes y que quieres decir, y más si es un amigo en el que confías.
Y creo que esto no estaría completo sin añadir el conflicto que me ha generado la persona que más he querido en este mundo. Pero que también es al mismo tiempo el ser que más daño me ha hecho, la única persona que ha estado a punto de destruirme. La verdad es que el conflicto era más que nada hacia mi mismo, le odiaba y le quería al mismo tiempo, y al mismo tiempo me odiaba a mi mismo por llegar a quererle tanto, por él acepté cosas q nunca pensé que aceptaría de ninguna persona, pero por él lo hice. Solo puedo decir que hoy por hoy me arrepiento de dos cosas. Una de haberle considerado un amigo después de todas las advertencias de sus amigos y dos de haberme enamorado de él tan ciegamente.
Por suerte al final todos los conflictos llegan a su fin tarde o temprano, esperemos que algún día todos los conflictos personales sean solo cosas banales.
Hablando en primera persona puedo decir que lo que verdad me ha preocupado han sido mis grandes conflictos, los que me han marcado más y me han dejado más huella. Y estos los podrían reducir en tres, el primero en el campo de la aceptación, segundo en el campo de las creencias (fe), y por último en el campo amoroso.
Mi primer gran conflicto personal surgió al intentar aceptar mi sexualidad. He sido educado de forma que la homosexualidad es algo malo, degenerativo, incluso considerado una enfermad o de personas obscenas. Por lo contrario, mi cuerpo, mis sentimientos han tirado siempre hacia esa vertiente de la sexualidad, nunca me he sentido atraído por una chica, en cambio sí por un chico, y esto me llevo a una confusión y a una represión brutal, algo que me costó mucho superar y aceptar.
¿Cómo podía gustarme un hombre si siempre me habían dicho que eso no era lo correcto? No lo sabía y no tenía la respuesta y eso generó dentro de mí un conflicto que progresivamente fue afectando a otros ámbitos de mi vida. Relación con los amigos, confianza, planteamientos que van haciendo una pelota más grande y que hasta cierto punto te genera un conflicto interior que no sabes como solucionar.
Mientras me encontraba en esta situación podríamos sumar el segundo gran conflicto, el de mis creencias, aunque sinceramente mientras estoy escribiendo esto me estoy planteando si no es uno consecuencia del otro, sea como sea, al empezar a aceptar mi sexualidad esto chocó frontalmente con mis creencias religiosas. El cristianismo no acepta la homosexualidad, dice que los homosexuales cristianos han de vivir con esa cruz toda su vida, sin poder así llegar a ser felices. Pero yo vivo para llegar a ser Feliz, así que llegó el punto en el que por más que yo quisiera a mi religión renuncié a ella (aunque seamos realistas, si estoy aquí es porque todavía dentro de mí quedan resquicios de lo q una vez hubo).
En aquella época todo esto me llevo a unos extremos en los cuales me obligué a tomar una serie de decisiones de las cuales hoy no estoy nada orgulloso, no me arrepiento de lo que hice ya que cuando lo hice creía que era la opción más correcta, pero ahora sé que me equivoqué. A lo que me refiero es que mientras me planteaba el conflicto de mi sexualidad intenté buscar una chica y “liarme” a toda costa y así cumplir las “normas” de mis enseñanzas y creencias, pero el resultado de estas acciones resultó algo imposible y destructivo, y el miedo a la inaceptación e incluso al rechazo me llevó incluso a “jugar” con mi vida.
Esta situación límite me llevo a reaccionar y a empezar a plantearme que la opción B que siempre me habían enseñado no era la buena y que tenía que aprender a tomar la opción A es decir que no siempre tenemos que seguir la corriente.
Después de eso acepté mi sexualidad, aunque no voy a negar que aún hoy en día me quedan restos del conflicto, las creencias pueden llegar a ser muy fuertes y más los sentimientos hacia una madre.
Por otro lado una vez aceptada mi sexualidad tuve mi gran conflicto en tema amoroso. Llegar a querer a una persona de mi mismo sexo me ha llevado muchas veces a “enamorarme” de chicos que, por desgracia, han sido heteros y en la mayoría de casos amigos, lo cual me ha planteado el dilema de si ser sincero o no, ya que sabes de antemano que no vas a conseguir nada con ellos, pero al mismo tiempo estás reprimiendo algo que sientes y que quieres decir, y más si es un amigo en el que confías.
Y creo que esto no estaría completo sin añadir el conflicto que me ha generado la persona que más he querido en este mundo. Pero que también es al mismo tiempo el ser que más daño me ha hecho, la única persona que ha estado a punto de destruirme. La verdad es que el conflicto era más que nada hacia mi mismo, le odiaba y le quería al mismo tiempo, y al mismo tiempo me odiaba a mi mismo por llegar a quererle tanto, por él acepté cosas q nunca pensé que aceptaría de ninguna persona, pero por él lo hice. Solo puedo decir que hoy por hoy me arrepiento de dos cosas. Una de haberle considerado un amigo después de todas las advertencias de sus amigos y dos de haberme enamorado de él tan ciegamente.
Por suerte al final todos los conflictos llegan a su fin tarde o temprano, esperemos que algún día todos los conflictos personales sean solo cosas banales.
1 Comments:
Está muy bien. Felicidades por el Blog.
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