¡Aprende de una vez!

Ya no se cuantas veces me he encontrado en la misma situación, ya no se cuantas veces me han dicho que piense un poco mas en mi, pero parece que no aprendo, y es que a veces confías en alguien y luego te das cuenta que te ha fallado.

Creo haber tocado este tema hasta la saciedad, creo haber intentado aprender de mis errores una vez y otra, y casi siempre el mismo resultado, un fiasco.

Entender y controlar la amistad, la confianza que deposito en ella no me resulta nada fácil. He de ser un poco más egoísta, y ya no se como provocar esa reacción en mí.

Aunque en gran parte se porque no consigo aprender esta cualidad y en gran medida es porque el egoísmo es una cualidad humana que desprecio con todas mis fuerzas, solo hay algo que le supere en mi intolerancia al egoísmo y ese algo es la mentira. La mentira de un amigo es la acción más vil que he podido contemplar.

Debo aprender a no actuar por los demás sin que ellos me lo pidan, he de parar de sacrificarme por los demás, sin un porque. He de imponer el yo un poco más. Quizás así no me sienta utilizado, no me sienta despreciado, no me sienta engañado.

Pero cuesta cuando te transmiten que ya no cuentan contigo, cuando parece que ya no eres nada, y que poco importas… o lo peor, lo mal que te sientes cuando te privas de algo por un amigo y el no parece ni darle la mas minima importancia.

Llegas a sacrificarte, a sentir dolor, un dolor que crees que merece la pena por amistad, y te lo pagan con una mentira, con un fiasco, con un desprecio sin igual.
Me despido, algo pensativo, Kim.